La “década del envejecimiento saludable” termina en 2030 y según la OMS marcará un aumento sorprendente de los adultos mayores, superando incluso al número de adolescentes. La vejez saludable, un desafío global.
Hace unos días, Paul McCartney celebró sus 80 años con un concierto para sesenta mil personas que duró casi tres horas. Mick Jagger tiene 78 años, por Covid suspendió unos días su gira por Europa y la reinició con un show ante 75 mil personas. Rod Stewart tiene 77 años, fue uno los que cantó para veinte mil personas en el jubileo de la reina británica y sigue de gira en Estados Unidos. Si bien son “casos especiales” aunque no únicos, el reloj biológico los ubica en el grupo de “adultos mayores”.
Es cierto que son de “los adultos mayores” privilegiados porque desde jóvenes abrazaron una pasión profesional de la que viven hasta ahora. También son millonarios pero es cierto que hay –y hubo– otros músicos como ellos, que reúnen ambas condiciones y sin embargo no se suben a escenarios para actuar en vivo. Y otros ya están en otro plano. Como sea, los tres están incluidos en un informe de la Organización Mundial de la Salud que señala que el aumento del porcentaje de adultos mayores que se estima habrá al término de la década 2020-2030 sorprende. Según la OMS, al término de ese período habrá un 34 por ciento más de personas de más de 60 años, esto es una de cada seis personas tendrá esa edad o más. Ahora, ese grupo etario – de más de 600 millones de personas– supera al de niños menores de cinco años. Y en 2050, según la OMS, esta cifra será de 2100 millones, superando así al número de adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años de edad. Y habrá incluso más de 426 millones de personas de más de 80 años.
Esos números se resignificaron estos días al celebrarse los cuarenta años de la instauración por parte de la OMS del Día Mundial del Envejecimiento. En junio de 1982, en Viena, hubo una asamblea mundial cuyo objetivo fue iniciar un programa internacional que apuntara a dar garantía económica y social a las personas mayores. Con una proyección de que para 2050 habrá 2100 millones de seres humanos mayores de 60 años, hay un desafío en el horizonte para gobiernos y actores del mundo económico, científico, y demás. A su vez, están quienes estudian por qué se produce la prolongación de la vida donde ya hay más que rockeros que disfrutan de una “vejez” activa.
Robert Waldinger es un psiquiatra y psicólogo norteamericano que acercó una respuesta. Él dirige el Estudio de Desarrollo de Adultos de la Universidad de Harvard, la más amplia en su tipo: durante 78 años siguió la vida de 724 hombres. Y cada dos años los encuestó, se les hizo exámenes médicos, escaneos cerebrales y se entrevistó a sus parientes y amigos. Este estudio encontró una respuesta al por qué hay una prolongación de la vida cuya consecuencia directa es el mencionado aumento de adultos mayores. Y esa respuesta fue una sorpresa para muchos. El estudio dista mucho de mencionar la ingesta de un medicamento mágico como en la comedia “La muerte le siente bien”. Tampoco esgrime sometimiento alguno a cirugías o tratamientos de rejuvenecimiento en spas premium.
Algunas claves para un “envejecimiento activo”
El Estudio de Desarrollo de Adultos de la Universidad de Harvard demostró que es la conexión con los afectos, la clave para una vejez saludable. Por afectos comprende a la familia, a los amigos o a quienes para la persona estudiada representa su “comunidad de afectos” Por el contrario, según el informe, la soledad destruye la posibilidad de una vejez saludable. La soledad es tóxica y nociva.
Cuando analizamos a las personas del estudio a los 80 años, descubrimos que quienes habían llegado mejor no fue porque a los 50 años había logrado controlar su colesterol, sino por el grado de satisfacción saludable de sus relaciones sociales y afectivas. Incluso quienes tenían dolores físicos pero también afectos, no habían perdido el humor porque no habían acumulado lo que llamamos ‘dolor emocional’. Esto es, habían procurado trabajar y cuidar las relaciones afectivas.
explicó Robert Waldinger en una charla TED.
La importancia de ese llamado “tejido afectivo” es algo que detalla también Herrnán Fainzaig, quien como titular de The Senior Home, tiene una extensa experiencia en el cuidado de los adultos que, deciden –o lo hacen sus familias– ingresar a un espacio para atravesar una mejor vejez. Además Fainzaig viaja para ver cómo atienden esos cambios, instituciones similares a la suya en Estados Unidos, Israel y en algunos países de Europa.
En otras partes del mundo, hay adultos mayores que por razones varias, eligen pasar su última etapa en espacios donde tienen toda un estructura de acompañamiento médico y hasta estético, nosotros tenemos hasta peluquería; y además un horario extenso de visita. Más allá del deterioro físico lógico que pudiera implicar en algunos casos el paso del tiempo, apuntamos que la persona este activa y que toda la familia participe en eso, incluso a pasar las fiestas de fin año o Navidad acá. Nosotros creemos que es el momento donde uno tiene toda la experiencia de la vida y tiene que ser de disfrute.
explica Fainzaig.
Los derechos los adultos mayores ¿cuáles son?
es cierto que hay un cambio de conducta y con nuestra experiencia ayudamos a que quien tenga que optar por ingresar a un familiar a un espacio de cuidado, vea eso. También a no tomarlo como un ‘depósito’ porque no lo es. Nosotros, por ejemplo, tenemos segmentado según estados cognitivos, seguimiento de alimentación y, atención de médico 24 horas, kinesiología, peluquería, toda la comida se hace en el lugar con un chef para que sea no solo rica, sino nutritiva. La deco, el jardín ….y que sea de fácil acceso para que la familia pueda visitar a la persona porque los afectos son siempre importante para una mejor calidad de vida.
Agrega Fainzaig.
La Organización Mundial de la Salud llamó al período 2021-2030 la “década del envejecimiento saludable”. En uno de los informes sobre el aumento de la expectativa de vida van en la línea la importancia de los entornos: “Aunque algunas de las variaciones en la salud en los adultos mayores se deben a la genética, los factores que más influyen tienen que ver con el entorno físico y social, en particular la vivienda, el vecindario y la comunidad (…); en combinación con las características personales, tiene efectos a largo plazo sobre el envejecimiento. (…) Los entornos propicios, tanto físicos como sociales, también facilitan que las personas puedan llevar a cabo las actividades que son importantes para ellas, a pesar de la pérdida de facultades”. Por supuesto, se incluyen factores como tener hábitos saludables, dietas equilibradas y actividad física como eslabones asociados para una vejez saludable.
Mientras las alertas apuntan a prever que una nueva pandemia no paralice nuevamente al mundo, la “década del envejecimiento saludable” está en agenda de la OMS. Y se presenta dividida en cuatro capítulos: cambiar la forma de pensar, sentir y actuar en relación con la edad; el fomento de las capacidades de las personas mayores; prestar servicios de atención integrada y primaria que respondan a las necesidades de las personas mayores; y dar acceso a la asistencia a largo plazo a quienes de ese grupo la necesiten. Tarea fácil, no es. Sí, imprescindible.