Por primera vez en la historia, en las empresas conviven cinco generaciones: Tradicionales, Baby Boomers, Generación X, Generación Y, Generación Z. Esto obliga a cambiar el choque generacional por la lógica de la cooperación intergeneracional.
En la actualidad nos encontramos frente al impacto de varios indicadores a nivel mundial: el aumento de la esperanza de vida y su consecuente envejecimiento poblacional; la reducción acelerada y sostenida de la tasa de natalidad; y en paralelo se va instalando la tendencia de desfinanciación de los sistemas jubilatorios.
Esto traerá como consecuencia que la población mundial va a estar compuesta por más adultos mayores que población en edad de trabajar y de este modo, la demanda sobre los recursos del sistema previsional será mayor.
La diversidad generacional ingresó así en la agenda global, dado que se ve la necesidad de enfrentar el envejecimiento demográfico a través de políticas organizacionales que incrementen el número y la productividad de las personas de +50 años, que conviva en el mercado de trabajo con las generaciones más jóvenes.
Los que pasaron los 60 años hoy son jóvenes
Este fenómeno no implica que seremos “viejos” más tiempo, sino que tendremos más años de vida saludable, lo cual se puede sintetizar en una fuerza laboral más enérgica, ágil y dinámica durante más años. Se trata de un grupo poblacional a medio camino entre la edad adulta y la ancianidad que, además de querer trabajar durante más tiempo, no puede ahorrar el suficiente dinero para sostenerse durante 30 años de vida inactiva jubilada. Esto implica un cambio en las reglas de juego.
Para ello, es esencial que ejecutivos/as y líderes de las organizaciones tanto privadas como públicas de los más diversos sectores (empresas multinacionales, nacionales, Pymes, ONGs, organismos internacionales, municipalidades, gobiernos provinciales, áreas de la administración pública central) estén preparados y se adapten a esta transición, e inscriban en sus propias agendas el diseño de estrategias de longevidad.
El 70% de las empresas argentinas no contrata a mayores de 55 años
Por primera vez en la historia, en las organizaciones conviven cuatro o cinco generaciones en el mismo tiempo/espacio de trabajo (Tradicionales, Baby Boomers, Generación X, Generación Y, Generación Z). Cada generación tiene su cultura, sus valores, sus ideales, sus gustos y su lenguaje propio. De ahí que es necesario reflexionar acerca de qué aporta cada generación, para salir de la lógica de la adversidad generacional e ingresar en la lógica de la cooperación intergeneracional, que beneficia y fortalece a todas las organizaciones.
Las empresas hoy tienen un verdadero desafío, que consiste en que todas las generaciones convivan y trabajen en sinergia, para enriquecerse recíprocamente y entiendan sus diferencias como un valor agregado. En ese sentido, es esencial la elaboración de nuevas estrategias y la aplicación de políticas organizacionales que desmitifiquen el edadismo profesional, a través de la adaptación de sus procesos de reclutamiento que incluya personas de +50 años —que hoy son jóvenes, activas y autónomas. Esto va a permitir a las organizaciones, tanto privadas como públicas, reducir la alta rotación de personal, mitigar los conflictos intergeneracionales, y aumentar así, su productividad y performance.
Tabú empresarial: ¿Qué edad tiene el candidato ideal?
Además, es importante considerar al envejecimiento poblacional como una oportunidad, ya que las personas +60 años con continuidad laboral hoy ya son el foco de las empresas, porque son una de las franjas que más consume: se trata de la Economía Silver.
Ellas tienen un poder adquisitivo interesante para el mercado, navegan y consumen por Internet y representan un gran potencial como consumidora/es de bienes y servicios en sectores como la industria del ocio (turismo, cultura, deportes, gastronomía), bancos (algunos están repensando ampliar la edad máxima para créditos hipotecarios), educativo (inicio de nuevas carreras, aprendizaje de nuevos conocimientos y habilidades en crecimiento), como también, la apertura de negocios, emprendimientos y startups.
Parafraseando a Pablo Massa, cofundador de StillJobs, en un contexto laboral cada vez más competitivo y complejo, con una fuerte demanda de líderes por parte de las empresas, es imperioso romper paradigmas y estereotipos de edad, apostando por la capacidad y experiencia acumulada del talento +50.