Los años suelen ponerse como un límite social, que marca el grupo de “pertenencia”. Sin embargo, hay personas que pueden salirse de las etiquetas y vivir esta etapa con una visión distinta
Para cambiar la mentalidad sobre el envejecimiento sirve el caso de un adulto mayor que desafió las expectativas convencionales de las personas de su edad. A los 90 años, se encaramó a un trampolín con gracia, ejecutó un salto perfecto y se unió alegremente a una partida de Marco Polo. Este vibrante evento marcaba la celebración de nueve décadas de vida, encapsulando la filosofía del protagonista sobre la edad.
“Siempre anticipé con entusiasmo llegar a esta edad”, compartió el protagonista anónimo, cuyos años de servicio militar solo añadieron capítulos a su ya rica vida. “No hay tantas batallas como antes. Existe mucha más paz”, agregó con una sonrisa que irradiaba sabiduría y positividad.
El espíritu jubiloso de esta persona hacia el envejecimiento no es simplemente un fenómeno único. Aunque cada individuo experimenta el paso del tiempo de manera única, expertos coinciden cada vez más en la correlación entre una mentalidad positiva y un envejecimiento saludable. Un estudio revelador, llevado a cabo durante décadas con 660 participantes y publicado en 2002, demostró que aquellos con creencias positivas sobre el envejecimiento vivieron siete años y medio más que sus contrapartes con opiniones negativas. Desde entonces, investigaciones adicionales han vinculado la mentalidad positiva con beneficios que abarcan desde una presión arterial más baja hasta un menor riesgo de demencia.
TRANSFORMANDO CREENCIAS LIMITANTES
La epidemia de estereotipos negativos en torno al envejecimiento permea nuestra sociedad, desde el vecino gruñón hasta el caricaturesco retrato del despistado. “Adoptar creencias negativas sobre el envejecimiento puede impactar nuestra percepción del proceso y, en última instancia, nuestra salud”, advierte Becca Levy, profesora de epidemiología en Yale y autora de “Breaking the Age Code: How Your Age Beliefs Determine How Long and Well You Live”. En 2009, un estudio revelador destacó que individuos de 30 años con estereotipos negativos sobre el envejecimiento tenían más probabilidades de experimentar eventos cardiovasculares en el futuro.
Levy propone una herramienta de introspección para cambiar estas creencias: un “diario de creencias sobre el envejecimiento” durante una semana. Al retratar a una persona mayor, ya sea en una película, redes sociales o conversación, se puede evaluar si la representación fue positiva o negativa, y considerar si podría haberse mostrado de manera diferente. Identificar las fuentes de estas concepciones negativas puede ayudar a distanciarse de estas ideas limitantes.
La Dra. Levy señala que fortalecer las creencias positivas sobre el envejecimiento es posible en cualquier etapa de la vida. Un estudio en 2014 con adultos mayores expuestos a imágenes positivas del envejecimiento demostró mejoras tanto en la percepción del envejecimiento como en la función física.
Cambiar la atención de la pérdida y la limitación hacia la búsqueda de modelos a seguir es esencial. Regina Koepp, psicóloga especializada en envejecimiento, sugiere que el envejecimiento no debe asociarse exclusivamente con la pérdida, sino también con la inspiración. “No tiene que ser alguien lanzándose desde un trampolín a los 90”, enfatiza Koepp. Puede ser simplemente alguien que asiste fielmente a una clase de yoga semanal o que se involucra como voluntario en una causa.
La Dra. Levy va más allá al recomendar identificar cinco personas mayores que hayan realizado acciones impresionantes o posean cualidades admirables. Este ejercicio puede cambiar la perspectiva y fomentar una visión más positiva del envejecimiento.
El optimismo, especialmente entre las mujeres, se vincula con una mayor probabilidad de alcanzar los 90 años, según investigaciones. Sin embargo, Melinda Ginne, una psicóloga de 74 años en la Bahía de San Francisco, advierte contra la positividad forzada. “Los clichés no funcionan; los hemos escuchado y son repetitivos”, dice Ginne. En lugar de eso, aboga por enfrentar la realidad con optimismo, reconociendo las limitaciones y adaptándose de manera positiva.
“Si te sientes desanimado porque no puedes jugar al tenis tan fuerte como a los 70, recuerda que es imposible recrear el pasado”, explica Ginne. “Si solo puedes jugar durante 10 minutos, destaca que aún tienes la capacidad de jugar”.