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Bette Nash, la azafata que con 86 años sigue surcando los cielos

No solo se ha convertido en la auxiliar de vuelo de mayor edad,

sino que es la que cuenta con más años de servicio.

Bette Nash, la azafata que con 86 años sigue surcando los cielos

Si los empleados hacen bien su trabajo, en American Airlines no dejarán marchar su talento. Ejemplo de ello es ‘Al’ Blackman, mecánico de la aerolínea desde hace 80 años, lo que le ha valido para entrar en el Guinness World Record. Pero no es el único dentro de la compañía: la auxiliar de vuelo Bette Nash también cuenta con un registro en el libro de los récords.

A sus 86 años, Bette Nash se ha convertido en la auxiliar de vuelo de mayor edad y la que cuenta con más años de servicio. Concretamente, este otoño Nash cumplirá 65 años a bordo de un avión.

Nash comenzó su experiencia laboral en la aerolínea Eastern Airlines allá en 1957, aunque finalmente ese mismo año ‘aterrizó’ en American Airlines. Su antigüedad en la empresa le permite elegir la ruta en la que quiere trabajar. Desde 1961, ella prefiere volar entre Washington D.C. (donde Nash tiene su base) y Boston.

“Mi parte favorita de volar a lo largo de tantos años es saludar a mis pasajeros cuando embarcan y desembarcan del avión. La gente es realmente fascinante y es un placer hacerlo”

ha contado esta azafata que ha llegado a volar con la familia Kennedy en alguna ocasión.

Y es que desde que Nash comenzó a volar la aviación ha cambiado sustancialmente. La auxiliar de vuelo ha narrado alguna vez que cuando ella comenzó a trabajar era la edad dorada de la industria, un billete costaba unos 12 dólares y no era necesaria su reserva previa.

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La “década del envejecimiento saludable” termina en 2030 y es un desafío global

La “década del envejecimiento saludable” termina en 2030 y según la OMS marcará un aumento sorprendente de los adultos mayores, superando incluso al número de adolescentes. La vejez saludable, un desafío global.

Hace unos días, Paul McCartney celebró sus 80 años con un concierto para sesenta mil personas que duró casi tres horas. Mick Jagger tiene 78 años, por Covid suspendió unos días su gira por Europa y la reinició con un show ante 75 mil personas. Rod Stewart tiene 77 años, fue uno los que cantó para veinte mil personas en el jubileo de la reina británica y sigue de gira en Estados Unidos. Si bien son “casos especiales” aunque no únicos, el reloj biológico los ubica en el grupo de “adultos mayores”.

Jagger, un “adulto mayor” particular: hace días superó el Covid y retomó gira europea.

Es cierto que son de “los adultos mayores” privilegiados porque desde jóvenes abrazaron una pasión profesional de la que viven hasta ahora. También son millonarios pero es cierto que hay –y hubo– otros músicos como ellos, que reúnen ambas condiciones y sin embargo no se suben a escenarios para actuar en vivo. Y otros ya están en otro plano. Como sea, los tres están incluidos en un informe de la Organización Mundial de la Salud que señala que el aumento del porcentaje de adultos mayores que se estima habrá al término de la década 2020-2030 sorprende. Según la OMS, al término de ese período habrá un 34 por ciento más de personas de más de 60 años, esto es una de cada seis personas tendrá esa edad o más. Ahora, ese grupo etario – de más de 600 millones de personas– supera al de niños menores de cinco años. Y en 2050, según la OMS, esta cifra será de 2100 millones, superando así al número de adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años de edad. Y habrá incluso más de 426 millones de personas de más de 80 años.

Esos números se resignificaron estos días al celebrarse los cuarenta años de la instauración por parte de la OMS del Día Mundial del Envejecimiento. En junio de 1982, en Viena, hubo una asamblea mundial cuyo objetivo fue iniciar un programa internacional que apuntara a dar garantía económica y social a las personas mayores. Con una proyección de que para 2050 habrá 2100 millones de seres humanos mayores de 60 años, hay un desafío en el horizonte para gobiernos y actores del mundo económico, científico, y demás. A su vez, están quienes estudian por qué se produce la prolongación de la vida donde ya hay más que rockeros que disfrutan de una “vejez” activa.

La “comunidad afectiva”, clave para una vejez saludable. La soledad, es tóxica.

Robert Waldinger es un psiquiatra y psicólogo norteamericano que acercó una respuesta. Él dirige el Estudio de Desarrollo de Adultos de la Universidad de Harvard, la más amplia en su tipo: durante 78 años siguió la vida de 724 hombres. Y cada dos años los encuestó, se les hizo exámenes médicos, escaneos cerebrales y se entrevistó a sus parientes y amigos. Este estudio encontró una respuesta al por qué hay una prolongación de la vida cuya consecuencia directa es el mencionado aumento de adultos mayores. Y esa respuesta fue una sorpresa para muchos. El estudio dista mucho de mencionar la ingesta de un medicamento mágico como en la comedia “La muerte le siente bien”. Tampoco esgrime sometimiento alguno a cirugías o tratamientos de rejuvenecimiento en spas premium.

Algunas claves para un “envejecimiento activo”

El Estudio de Desarrollo de Adultos de la Universidad de Harvard demostró que es la conexión con los afectos, la clave para una vejez saludable. Por afectos comprende a la familia, a los amigos o a quienes para la persona estudiada representa su “comunidad de afectos” Por el contrario, según el informe, la soledad destruye la posibilidad de una vejez saludable. La soledad es tóxica y nociva.

Cuando analizamos a las personas del estudio a los 80 años, descubrimos que quienes habían llegado mejor no fue porque a los 50 años había logrado controlar su colesterol, sino por el grado de satisfacción saludable de sus relaciones sociales y afectivas. Incluso quienes tenían dolores físicos pero también afectos, no habían perdido el humor porque no habían acumulado lo que llamamos ‘dolor emocional’. Esto es, habían procurado trabajar y cuidar las relaciones afectivas.

explicó Robert Waldinger en una charla TED.

La importancia de ese llamado “tejido afectivo” es algo que detalla también Herrnán Fainzaig, quien como titular de The Senior Home, tiene una extensa experiencia en el cuidado de los adultos que, deciden –o lo hacen sus familias– ingresar a un espacio para atravesar una mejor vejez. Además Fainzaig viaja para ver cómo atienden esos cambios, instituciones similares a la suya en Estados Unidos, Israel y en algunos países de Europa.

En otras partes del mundo, hay adultos mayores que por razones varias, eligen pasar su última etapa en espacios donde tienen toda un estructura de acompañamiento médico y hasta estético, nosotros tenemos hasta peluquería; y además un horario extenso de visita. Más allá del deterioro físico lógico que pudiera implicar en algunos casos el paso del tiempo, apuntamos que la persona este activa y que toda la familia participe en eso, incluso a pasar las fiestas de fin año o Navidad acá. Nosotros creemos que es el momento donde uno tiene toda la experiencia de la vida y tiene que ser de disfrute.

explica Fainzaig.

Los derechos los adultos mayores ¿cuáles son?

es cierto que hay un cambio de conducta y con nuestra experiencia ayudamos a que quien tenga que optar por ingresar a un familiar a un espacio de cuidado, vea eso. También a no tomarlo como un ‘depósito’ porque no lo es. Nosotros, por ejemplo, tenemos segmentado según estados cognitivos, seguimiento de alimentación y, atención de médico 24 horas, kinesiología, peluquería, toda la comida se hace en el lugar con un chef para que sea no solo rica, sino nutritiva. La deco, el jardín ….y que sea de fácil acceso para que la familia pueda visitar a la persona porque los afectos son siempre importante para una mejor calidad de vida.

Agrega Fainzaig.
El 18 de junio de 2022: otro “adulto mayor” cumplió 80 años y lo festejó en el escenario.

La Organización Mundial de la Salud llamó al período 2021-2030 la “década del envejecimiento saludable”. En uno de los informes sobre el aumento de la expectativa de vida van en la línea la importancia de los entornos: “Aunque algunas de las variaciones en la salud en los adultos mayores se deben a la genética, los factores que más influyen tienen que ver con el entorno físico y social, en particular la vivienda, el vecindario y la comunidad (…); en combinación con las características personales, tiene efectos a largo plazo sobre el envejecimiento. (…) Los entornos propicios, tanto físicos como sociales, también facilitan que las personas puedan llevar a cabo las actividades que son importantes para ellas, a pesar de la pérdida de facultades”. Por supuesto, se incluyen factores como tener hábitos saludables, dietas equilibradas y actividad física como eslabones asociados para una vejez saludable.

Mientras las alertas apuntan a prever que una nueva pandemia no paralice nuevamente al mundo, la “década del envejecimiento saludable” está en agenda de la OMS. Y se presenta dividida en cuatro capítulos: cambiar la forma de pensar, sentir y actuar en relación con la edad; el fomento de las capacidades de las personas mayores; prestar servicios de atención integrada y primaria que respondan a las necesidades de las personas mayores; y dar acceso a la asistencia a largo plazo a quienes de ese grupo la necesiten. Tarea fácil, no es. Sí, imprescindible.

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“El pasante de moda”: ¿modas que pasan?

Según le dice a su joven “patrona”: «estoy aquí para aprender de tu mundo y para ayudar así que…»

Esta historia, protagonizada por Robert De Niro, tiene como personaje principal a un hombre jubilado que empieza a sentir que algo le falta, en sus mismas palabras: “Al principio disfruté de esa situación, pero al final del día estaba solo. Viajé, hice cursos, créanme he intentado de todo. Visito a mi hijo y mis nietos, son mi familia, no me siento desdichado pero hay un vacío en mi vida, y necesito llenarlo pronto.”

Un día ve un cartel en la calle de una empresa que diseña y vende ropa por internet que buscaban pasantes mayores. Para presentarse había que hacer un video en youtube y enviarlo en un formato determinado. Esto ya presentó un primer obstáculo y todo lo tuvo que aprender desde cero. Para lograrlo, se asesoró con su nieto de 9 años quién le contó todos los trucos para descifrar las cuestiones técnicas cibernéticas.

Su puesto sería el de asistente personal de la joven fundadora directora del emprendimiento interpretado por Anne Hathaway, quién tenía ciertos prejuicios y creencias sobre las personas mayores, lo cual le generó un primer rechazo a la propuesta. Aunque sea ficción, esto también se percibe en las empresas modernas, en algunos casos llegamos a escuchar apodos muy despectivos: dinosaurios, cavernícolas, burócratas, etc.

El primer tiempo el protagonista parecía y se sentía como “sapo de otro pozo” en un mundo “moderno” con un par de cientos de jóvenes cada uno en su laptop y manejando un lenguaje al que no estaba acostumbrado. Así y todo entra con una gran empatía, y al ver que las cosas no iban a funcionar en ese camino, toma la decisión de solo escuchar y ofrecer su apoyo con el trabajo, o con algunas palabras de sabiduría. Según le dice a su joven “patrona”: «estoy aquí para aprender de tu mundo y para ayudar así que…»

Los adultos mayores en las empresas

A lo largo de estos años publicamos diversas notas en las que destacamos los beneficios para las empresas de contar con el talento de los adultos mayores. Si bien un “veterano” puede conocer la empresa de punta a punta, puede quedar desfasado de las diferencias entre lo que alguna vez fue y dar paso a lo que viene y será.

Esto lo podemos ver en Robert De Niro cuando nota que nadie de la oficina lleva traje, algo que en su época casi ni se veía.

Los adultos mayores no solo deben ser reconocidos en sus talentos sino que también tienen que comprometerse para mantenerse al día y ser verdaderamente útiles a sus organizaciones.

Entonces, ¿cuáles son las responsabilidades del adulto mayor en las empresas?

El personaje de la película, además de mostrar gran entusiasmo, se dispuso a “aggiornarse”. para estar a tono en una empresa de jóvenes que funciona básicamente con computadoras y conexión wifi con todos los accesorios tecnológicos necesarios: laptops, celulares, cada vez más equipados y con nuevas funciones.

Recomendaciones

Encontrar motivos para hacer su trabajo es la mejor motivación, hacer de su trabajo algo que sienta que vale la pena. Para eso recomendamos estar abiertos a nuevos aprendizajes y a la exploración de las herramientas necesarias para poder seguirle el paso a la tecnología y las nuevas ideas.

Una actitud de escucha es fundamental, si bien la experiencia puede ser enorme debe complementarse con una estrategia innovadora y flexible, ya que el mundo avanza con gran rapidez.

De todos modos, como comentamos normalmente, es preciso que haya una empresa capaz y dispuesta a que el aporte transgeneracional sea posible. Para esto es importante que la estructura víncular y sus valores apunten a la inclusión y a la gestión de talentos, pudiendo aprovechar al máximo los conocimientos de cada colaborador independientemente de su edad.

Prepararse, capacitarse, mejorarse, innovarse no es una moda que pasa, es una actitud para aquellos que aspiran a un crecimiento en su empresa, cualquiera sea la edad.

Amigo lector: Tenga la edad que tenga, ¿está siendo el “Robert de Niro” de su empresa?

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Cada vez más personas superan los 100 años: estas son las causas

Según la ONU, para el fin de esta década habrá un millón de personas centenarias. Las razones detrás de esta increíble longevidad.

La División de Población de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó recientemente que en 2021 vivían en el mundo más de 621.000 personas de al menos 100 años, y que estima que ese número supere el millón para finales de esta década.

Este increíble crecimiento de la población centenaria se grafica apuntando que en 1990 solo 92.000 personas habían alcanzado ese hito.

Actualmente, el título de persona viva más anciana pertenece en este momento a Lucile Randon, una monja francesa conocida como la hermana Andre, de 118 años. Entre los hombres, el titular del récord es el venezolano Juan Vicente Mora, de 113 años.

Se indica que este crecimiento en la esperanza de vida tiene correlación directa en una serie de áreas que aportaron mejores medicamentos, alimentos y condiciones de vida, en comparación con nuestros antepasados.

De hecho, la persona promedio nacida en 1960, el primer año en que la ONU comenzó a recopilar datos globales, podría esperar vivir alrededor de 52 años. Actualmente es de 73 años. Y las personas que llegan a los 100 años comprenden solo el 0,008% de la población mundial en 2021, según cifras de la ONU.

El secreto de la longevidad

En EE.UU. un estudio de la Universidad de Boston estima que solo un estadounidense de cada 5 millones alcanza la etapa de “supercentenario”, es decir, vive al menos hasta los 110 años. Pero, mientras los investigadores contaron entre 60 y 70 personas que lo habían logrado en 2010, para 2017 el número se había expandido a 150.

Lo que desconcierta aún más a los expertos en longevidad es precisamente que algunas personas que llegan a los 100 años o más no son un ejemplo de buenas prácticas de salud.

Incluso un estudio de 2011 publicado en el Journal of the American Geriatric Society sobre más de 400 judíos estadounidenses de 95 años o más detectó una abundancia de malos hábitos.

Casi el 60% de los investigados eran fumadores activos, la mitad de ellos habían tenido sobrepeso durante la mayor parte de su vida y solo el 3% eran vegetarianos, entre otros datos llamativos, además de que muchos ni siquiera hacían ningún tipo de ejercicio.

“Lo primero que debemos decirles a las personas interesadas en vivir tanto tiempo es que no sigan los consejos de estilo de vida de los centenarios o supercentenarios”, ironizó Richard Faragher, profesor de Biogerontología en la Universidad de Brighton, Reino Unido.

El escudo genético

Por tanto, los científicos sospechan que la genética juega un papel muy importante en este tipo de longevidad. Los centenarios parecen capaces de protegerse contra el desgaste que afecta a las personas con el paso del tiempo, e incluso de compensar los hábitos poco saludables que envían a la mayoría a la tumba de forma anticipada.

Otro estudio con judíos centenarios, esta vez publicado en 2020, mostró que tenían tantas variantes genéticas “malas”, aquellas que pueden causar enfermedades en la vejez, como la población en general.

El creciente número de personas que llegan a los 100 también ha llevado a los científicos a preguntarse si los límites de la longevidad humana se van a extender. Pero concluyen que la base genética es clave en longevidad “extrema” de la raza humana.

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El edadismo es un problema mundial

El edadismo conduce a una salud más pobre, al aislamiento social, a muertes tempranas y cuesta a las economías miles de millones de dólares: en un informe se pide actuar con rapidez para aplicar estrategias eficaces contra este problema.

Según un nuevo informe de las Naciones Unidas sobre el edadismo, se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, además de reducir su calidad de vida, y cuesta cada año miles de millones de dólares a la sociedad.

En el informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se pide actuar con urgencia para luchar contra el edadismo y realizar evaluaciones e informes sobre este problema con miras a revelarlo como lo que es: una sigilosa pero devastadora desgracia para la sociedad.

La respuesta para controlar la pandemia de COVID-19 ha mostrado lo extendido que está el edadismo: en el discurso público y en las redes sociales se han estereotipado a las personas mayores y a los jóvenes. En algunos contextos, la edad se ha utilizado como único criterio en el acceso a la atención médica y a terapias que salvan vidas y en el ordenamiento de confinamientos.

Ahora que los países trabajan en la recuperación y reconstrucción con motivo de la pandemia, no podemos permitir que estereotipos, prejuicios y actitudes discriminatorias basados en la edad reduzcan las oportunidades para garantizar la salud, el bienestar y la dignidad de las personas en todas partes. En este informe se describe la naturaleza y la amplitud del problema, pero se ofrecen también soluciones en forma de intervenciones basadas en pruebas para poner fin al edadismo en todas las etapas.

dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.

Conclusiones del informe

El edadismo se filtra en muchas instituciones y sectores de la sociedad, incluidos los que brindan atención sanitaria y social, así como en el lugar de trabajo, los medios de comunicación y el ordenamiento jurídico. El planteamiento sobre cuestiones sanitarias basado únicamente en la edad está bastante extendido. En una revisión sistemática de 2020 se concluía que en el 85% de los 149 estudios revisados, la edad determinaba quién recibía determinados procedimientos o tratamientos médicos.

Las personas adultas más mayores y más jóvenes se ven a menudo desfavorecidas en el lugar de trabajo, y el acceso a una educación y formación especializada se reduce significativamente con la edad. El edadismo contra los más jóvenes se manifiesta en muchas esferas, como el empleo, la salud, la vivienda y la política, donde sus voces suelen ignorarse o rechazarse.

El edadismo contra las personas más jóvenes y más mayores ocurre con frecuencia, no está reconocido, no se lucha contra él y tiene consecuencias de largo alcance para nuestra economía y sociedad. Juntos podemos evitar este problema. Únanse al movimiento y luchen contra el edadismo.

dijo Maria-Francesca Spatolisano, Subsecretaria General de Coordinación de Políticas y Asuntos Interinstitucionales del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.

El edadismo tiene consecuencias graves y amplias para la salud y el bienestar de las personas. Entre las personas mayores, el edadismo se asocia con una peor salud física y mental, un mayor aislamiento social y soledad, una mayor inseguridad financiera, una menor calidad de vida y unas mayores tasas de muertes prematuras. Se calcula que 6,3 millones de casos de depresión en todo el mundo son atribuibles al edadismo. El problema se entremezcla con otras formas de prejuicios y desventajas, como las relacionadas con el sexo, la raza y la discapacidad, lo que tiene un efecto negativo sobre la salud y el bienestar de la población.

La pandemia ha puesto de relieve las vulnerabilidades de las personas mayores, especialmente las más marginadas, las cuales suelen enfrentarse a actitudes discriminatorias, que se superponen a diferentes obstáculos, por ser pobres, vivir con discapacidades, ser mujeres que viven solas o pertenecer a grupos minoritarios. Hagamos que esta crisis marque un punto de inflexión en la forma en que vemos, tratamos y respondemos a las personas mayores, para que juntos podamos construir el mundo de salud, bienestar y dignidad que todos queremos para todas las edades.

dijo Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas.

El edadismo cuesta miles de millones de dólares a nuestra sociedad. En los Estados Unidos de América (EE.UU.), un estudio de 2020 mostraba que el edadismo, en forma de estereotipos negativos y de la imagen desfavorable que tienen las personas de sí mismas por motivos de edad, conducía a un exceso de costos anuales de US$ 63 000 millones en relación con las ocho enfermedades que más gastos generaban. Eso equivale a US$ 1 de cada US$ 7 empleados en esas enfermedades para el grupo de todos los estadounidenses mayores de 60 años durante un año (véase la nota para los editores).

En Australia se calcula que si un 5% más de personas de más de 54 años tuviera trabajo, se generarían cada año AUD$ 48 000 millones en la economía del país. En la actualidad hay pocos datos e información sobre los costos económicos que supone el edadismo, por lo que se necesita investigar más para comprender mejor sus consecuencias económicas, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos.

El edadismo perjudica a todos, personas mayores y jóvenes. El problema es que a menudo está tan generalizado y aceptado —en nuestras actitudes y en políticas, leyes e instituciones— que ni siquiera nos damos cuenta de su efecto perjudicial para nuestra dignidad y nuestros derechos. Tenemos que luchar abiertamente contra el edadismo y entenderlo como una violación de los derechos humanos profundamente arraigada.

dijo Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Luchar contra el edadismo

En el informe se señala que las políticas y leyes contra el edadismo, las actividades educativas en las que se mejora la empatía y se combaten ideas erróneas y las actividades intergeneracionales para reducir prejuicios ayudan todas ellas a reducir el problema del edadismo.

Se alienta a todos los países y partes interesadas a utilizar estrategias basadas en pruebas, a mejorar la recopilación de datos y la investigación y a trabajar juntos para crear un movimiento con el que cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en relación con la cuestión de la edad y el envejecimiento y para avanzar en el Decenio del Envejecimiento Saludable de las Naciones Unidas.

Nota para los editores

En el informe mundial sobre el edadismo se recopilan las mejores pruebas sobre el grado, las consecuencias y los determinantes de este problema, estrategias eficaces para superarlo y recomendaciones prácticas para crear un mundo adecuado para todas las edades. El informe está dirigido a los encargados de formular políticas, a especialistas, investigadores, agencias de desarrollo y miembros del sector privado y de la sociedad civil.

El edadismo se produce cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas provocando daños, desventajas e injusticias. Puede adoptar muchas formas, como prejuicios, discriminación y políticas y prácticas institucionales que perpetúan creencias estereotipadas.
En cuanto a su prevalencia, según los datos obtenidos en una encuesta realizada a 83.034 personas en 57 países, una de cada dos personas tiene actitudes moderada o altamente edadistas (es decir, estereotipos y prejuicios). Puede encontrarse más información al respecto haciendo click aquí.


El exceso de costos en la atención médica: el edadismo influye en la salud a través de tres vías, la psicológica, la conductual y la fisiológica. Psicológicamente, los estereotipos negativos sobre la edad pueden aumentar el estrés; desde un punto de vista conductual, la imagen desfavorable que tienen las personas de sí mismas por motivos de edad suele predecir unos peores comportamientos en cuanto al cuidado de su salud, por ejemplo a la hora de observar las pautas de los medicamentos prescritos; fisiológicamente, los estereotipos negativos sobre la edad suelen indicar cambios cerebrales perjudiciales décadas más tarde, por ejemplo acumulación de placas y ovillos y reducción del tamaño del hipocampo.
En los Estados Unidos de América, el edadismo ha generado en un año costos adicionales por valor de US$ 63 millones en tratamientos de una amplia gama de problemas de salud.

En conjunto, eso supone US$ 1 de cada US$ 7 empleados en las ocho enfermedades que más gasto generan en un año para el grupo de todos los estadounidenses mayores de 60 años. El exceso de gasto en atención médica debido al edadismo se calculó a partir de los siguientes datos:

a) número de estadounidenses de 60 años o más en 2013.

b) prevalencia de edadismo (contra otra persona o contra uno mismo) obtenida a partir del porcentaje de personas que se muestran de acuerdo con las siguientes declaraciones: «Te tratan con menos educación o respeto que a otras personas», «Solo por hacerse mayor ya es normal olvidarse las cosas» y «Cuanto más mayor me hago, más inútil me siento».

c) pruebas de las consecuencias de esas afirmaciones edadistas sobre las ocho afecciones más costosas de salud en el país.

d) prevalencia de esas ocho afecciones de salud en 2013, el año más reciente del que se dispone de información suficiente sobre el gasto en atención sanitaria.

e) los costos del Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria por persona de esas ocho afecciones de salud en 2013. Puede obtenerse más información haciendo click aquí.

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Por qué cada vez más personas viven más de 100 años

Cada vez se generan más investigaciones para entender el fenómeno. La ciencia aún trata de descifrar el secreto de la longevidad.

Cuando a principios de este año Josefa Maria da Conceicao dejó de pedir su cigarrillo diario, sus familiares sospecharon que algo no iba bien.

Sucedió justo después de que esta trabajadora agrícola brasileña jubilada celebrara lo que su familia asegura que fue su 120 cumpleaños.

Mi madre ha fumado toda su vida. A medida que envejecía intentamos que dejara de fumar, pero mamá siempre amenazaba con conseguir los cigarrillos por su cuenta.

dice Cicera, una de los cuatro hijos vivos de los 22 que tuvo Josefa.

Sus familiares dicen que ahora Josefa parece mucho menos enérgica que en años anteriores, cuando saltó a la fama en su país natal tras ser descubierta por un equipo de televisión local y presentada como “la mujer más vieja del mundo”.

La tarjeta de identificación de Josefa muestra que nació el 7 de febrero de 1902. Pero, lamentablemente, su intento de que el Libro Guinness de los Records reconociera su hito no tuvo éxito.

El título de persona viva más anciana pertenece en este momento a Lucile Randon, una monja francesa conocida como la hermana Andre, de 118 años.

Entre los hombres, el titular del récord es el venezolano Juan Vicente Mora, de 113 años.

Pero el registro de la hermana Andre podría ser batido pronto: en las últimas décadas la cantidad de personas que se convierten en centenarias se ha disparado.

Josefa Maria da Conceicao asegura haber celebrado su 120 cumpleaños

Pronto habrá más de un millón de centenarios

La División de Población de la ONU estima que en 2021 vivían en el mundo más de 621.000 personas de al menos 100 años. Se espera que ese número supere el millón para finales de esta década.

En 1990 solo 92.000 personas habían alcanzado ese hito.

El ser humano ha recorrido un largo camino en esperanza de vida gracias a los avances en una serie de áreas que nos han aportado mejores medicamentos, alimentos y condiciones de vida en comparación con nuestros antepasados.

La persona promedio nacida en 1960, el primer año en que la ONU comenzó a recopilar datos globales, podría esperar vivir alrededor de 52 años.

Lo cierto es que llegar a los 100 años no es poca cosa: las personas que alcanzaron esa edad eran solo el 0,008% de la población mundial en 2021, según cifras de la ONU.

A día de hoy no se espera que la mayoría de personas en el planeta disfrutemos de un cumpleaños de platino (75 años) ya que la esperanza de vida es de 73 años en promedio.

Sin embargo, el panorama cambia mucho de un país a otro. La esperanza de vida en Japón, por ejemplo, es de 85 años, mientras que en la República Centroafricana es de solo 54 años.

Además, la mayoría de las personas que llegan a la vejez probablemente lo harán con enfermedades crónicas.

Vivir más no es sinónimo de vivir bien.

afirma Janet Lord, profesora de biología celular en la Universidad de Birmingham, en Reino Unido.

La profesora Lord explica que, en promedio, los hombres pasan sus últimos 16 años lidiando con afecciones que van desde la diabetes hasta la demencia; para las mujeres, la cifra es de 19 años.

La francesa Jeanne Calmet, que murió con 122 años en 1997, es la única persona verificada con más de 120.

¿Cuál es el secreto de los “supercentenarios”?

Superar los 100 es aún más difícil. En EE.UU. un estudio de la Universidad de Boston estima que solo un estadounidense de cada 5 millones alcanza la etapa de “supercentenario”, es decir, vive al menos hasta los 110 años.

Pero, mientras los investigadores contaron entre 60 y 70 personas que lo habían logrado en 2010, para 2017 el número se había expandido a 150.

Los “supercentenarios”, naturalmente, atraen mucha atención de los científicos que estudian el envejecimiento humano.

Esas personas desafían la naturaleza de la vejez normal. Y aún no estamos muy seguros de por qué.

agrega la profesora Lord.

Además de la longevidad, los supercentenarios destacan por tener una salud relativamente buena para su edad.

Josefa María, por ejemplo, no necesita medicación habitual y sigue comiendo dulces y carnes rojas, según cuenta su familia.

Aunque sus recuerdos son borrosos y su visión se ha deteriorado, Cicera admite que a veces todavía se siente desconcertada por la buena ondición de su madre.

Ya no puede caminar tanto como antes y tenemos que cargarla y cambiarle los pañales como a un bebé. Pero todavía me sorprende que mamá haya vivido tanto tiempo para alguien que fumó desde la infancia y trabajó duro por décadas.

dice su hija de 76 años.

¿Longevo y con malos hábitos de salud?

Lo que desconcierta aún más a los expertos en longevidad es precisamente que algunas personas que llegan a los 100 años o más no son un ejemplo de buenas prácticas de salud.

Josefa Maria, como ya mencionamos, fumó durante la mayor parte de su vida y creció en la pobreza en el noreste de Brasil, una región socialmente deprimida.

Y más sorprendente aún: un estudio de 2011 publicado en el Journal of the American Geriatric Society sobre más de 400 judíos estadounidenses de 95 años o más detectó una abundancia de malos hábitos.

Casi el 60% de los investigados eran fumadores activos, la mitad de ellos habían sido obesos durante la mayor parte de su vida y solo el 3% eran vegetarianos, entre otros datos llamativos, además de que muchos ni siquiera hacían ningún tipo de ejercicio.

Lo primero que debemos decirles a las personas interesadas en vivir tanto tiempo es que no sigan los consejos de estilo de vida de los centenarios o supercentenarios.

afirma Richard Faragher, profesor de Biogerontología en la Universidad de Brighton, Reino Unido, y un destacado experto en el estudio del envejecimiento.

Hay algo innatamente excepcional en ellos, porque hacen exactamente lo contrario de lo que sabemos que puede ayudar a alguien a vivir más tiempo.

agrega Faragher.

¿Un escudo genético?

Los científicos sospechan que la genética juega un papel muy importante en este tipo de longevidad.

Los centenarios (y supercentenarios) parecen capaces de protegerse contra el desgaste que afecta a las personas con el paso del tiempo.

También parecen capaces incluso de compensar los hábitos poco saludables que envían a la mayoría a la tumba de forma anticipada.

Expertos como Lord y Farragher trabajan para identificar esas supuestas ventajas, que no son tan obvias como podría pensarse.

Otro estudio con judíos centenarios, esta vez publicado en 2020, mostró que tenían tantas variantes genéticas “malas”, aquellas que pueden causar enfermedades en la vejez, como la población en general.

El creciente número de personas que llegan a los 100 también ha llevado a los científicos a preguntarse si los límites de la longevidad humana se van a extender.

La mayoría de las personas llegan a ancianas con enfermedades crónicas.

La persona más vieja jamás documentada

Hasta la fecha, la persona de mayor edad verificada fue Jeanne Calmet de Frances, quien murió en 1997 a la edad de 122 años y es oficialmente el único ser humano que ha vivido más de 120.

Pero investigadores de la Universidad de Washington, en EE.UU., afirman que la longevidad extrema alcanzará nuevos límites dentro de este mismo siglo y posiblemente haya casos en que algunos apaguen 125 o incluso 130 velas en sus pasteles de cumpleaños.

Creemos que es casi un hecho que alguien romperá el actual récord de edad para el año 2100 y que es muy posible que alguien pueda vivir hasta los 126, 128 o incluso 130 años.

argumenta Michael Pearce, estadístico y coautor del estudio.

Pearce y el profesor Adrian Raftery utilizaron la base de datos internacional sobre longevidad para simular los límites de esta para las próximas décadas.

Llegaron a la conclusión de que hay una probabilidad cercana al 100% de que se supere el récord de Calmet y una probabilidad del 68% de que alguien llegue a 127 años.

Entender el juego del envejecimiento

Sin embargo, hay muchas preguntas que la ciencia aún debe responder para comprender completamente el juego del envejecimiento.

Expertos como el Dr. Richard Siow, director de investigación sobre el envejecimiento en el King’s College de Londres, creen que esta comprensión es crucial para abordar los problemas de calidad de vida con una población mundial cada vez más envejecida: la ONU estima que el mundo ya está habitado por más personas de 65 años o más que niños menores de 5 años.

La pregunta más importante aquí no es discutir cuánto tiempo podemos vivir, sino cómo podemos retrasar el inicio del declive relacionado con la edad y mantenernos saludables por más tiempo. De esta manera, si tenemos la suerte de llegar a la vejez, podemos disfrutar esos años en lugar de sufrirlos.

señala Siow.

Organizaciones como HelpAge International, una red de ONG que brinda apoyo a mayores en todo el mundo, señalan que esta filosofía es crucial para ayudar a abordar el envejecimiento de la población como una oportunidad y no como una carga para los sistemas de salud y bienestar.

Esa visión fatalista que habla del envejecimiento como un problema no tiene sentido. Las personas mayores con buena salud ofrecen un enorme potencial para las sociedades de varias maneras, incluida la económica.

argumenta Eduardo Klien, vocero de HelpAge.

Mientras tanto, pensemos en la reina británica Isabel II, casi centenaria (96 años). Ahora tiene trabajo extra porque es costumbre en Reino Unido que las personas que cumplen 100 años reciban una carta del soberano/a.

En 2020 el número de centenarios en el Reino Unido alcanzó un récord y parece que la tendencia continuará.

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España no envejecía tanto desde hace 23 años

La natalidad en España alcanzó en 2021 la menor cifra de toda la serie histórica: un 36% de nacimientos menos que hace una década. Mientras tanto, el envejecimiento se ha disparado. Antes este nuevo escenario, poner en valor el talento sénior como indiscutible motor para la competitividad de la sociedad en los próximos años es fundamental.

Por cada 100 menores de 16 años, 133 mayores de 64. Esa es la cifra que representa, ahora mismo, a la sociedad española, tal y como ha calculado la Fundación Adecco. Un año más, los números de envejecimiento en nuestro país continúan su ritmo al alza. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2022 se ha registrado un nuevo máximo: 133,5%. Es la mayor cifra desde 1999, teniendo en cuenta que el año pasado se situó en un 129,1%. En otras palabras: España no envejecía tanto desde hace 23 años.

Este envejecimiento imparable es fruto de la confluencia de dos factores: una tasa de natalidad en mínimos históricos y una esperanza de vida en tendencia alcista. El pasado año, la tasa de natalidad se situó en siete nacimientos por cada 1.000 mujeres, y el número de bebés nacidos alcanzó la menor cifra de toda la serie histórica con 338.532 niños, un 39% menos que hace una década. Se sitúa ya muy por debajo del nivel de reemplazo generacional, que debería alcanzar el 2,1 para que la población se mantuviera en el tiempo sin disminuir su volumen.

¿Cómo explicamos este fenómeno? El hundimiento, que viene experimentándose a lo largo de todo el milenio, suele intensificarse en este marco de crisis cíclicas. Se interponen numerosos obstáculos, principalmente de índole económico y laboral, que dificultan a muchas personas y parejas hacer realidad su proyecto familiar. Así, junto a los efectos de la pandemia aún presentes en muchas capas de la población, emerge hoy un nuevo elemento: el efecto del alza en la inflación y la crisis de suministros, agravado por la guerra de Ucrania.

La crisis demográfica tiene un gran impacto en otro indicador: el ratio de afiliados por pensionista

En este escenario que dispara la incertidumbre y las dificultades económicas, muchas unidades familiares deciden posponer los nacimientos o renunciar directamente a la maternidad. Mientras tanto, la esperanza de vida continúa su escalada situándose en los 83 años, cifra que, si bien no ha experimentado cambios con respecto a hace un lustro, alcanza valores bastante superiores a los registrados en los años 90 –en 1991, tan solo hace tres décadas, rondaba los 77 años.

Pero esta crisis demográfica tiene un gran impacto en otro indicador: el ratio de afiliados por pensionista. El año pasado cerró con una relación cotizante-pensionista de 2,2, un dato que ha aumentado con respecto a 2020 (cuando alcanzó el 2,14), pero que aún se sitúa lejos de la tasa 2,6. Según los expertos, esta es la que necesitamos para que desaparezca el actual déficit contributivo de la Seguridad Social.

«El ratio actual exige dar respuesta urgente a retos como la cronificación sistemática del desempleo entre los profesionales más veteranos, invertir más recursos para regularizar la economía sumergida o impulsar incentivos fiscales y laborales para impactar en las familias y estimular la natalidad. Además, los planes privados y de capitalización habrán de adquirir una progresiva importancia, como ya sucede en países como Alemania, Reino Unido o Dinamarca»

afirma Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

Por comunidades autónomas, Asturias vuelve a liderar el ranking de envejecimiento con un índice del 240%, seguida de Galicia (213%) y Castilla León (211%). Estas tres regiones ya presentan más del doble de población mayor 64 años que menor de 16 años. En el otro lado de la balanza, Ceuta (65%). Melilla (48%) y Murcia (92%) son las únicas regiones que resisten con índices aún por debajo de 100%, registrando –todavía– una mayor proporción de jóvenes.

Talento sénior: la fuerza laboral dominante de este siglo

l envejecimiento de la población constituye uno de los fenómenos más determinantes de este siglo y sus efectos son ya muy evidentes. Particularmente, en el mercado laboral. Así, el 20% de las personas que trabajan o buscan empleo en España tiene 55 años o más, frente al 12% de hace una década. De mantenerse esta evolución, en 2030 este rango de edad supondrá cerca del 30% de la población activa.

Sin embargo, nos encontramos ante una paradoja en la fuerza laboral sénior. Tiene un peso cada vez mayor en nuestra sociedad, pero estas personas encuentran dobles barreras a la hora de acceder al mercado laboral: en la actualidad, 562.900 profesionales que superan esta edad buscan trabajo en España y el 66% es desempleado de larga duración, cifra que desciende hasta el 47% para el resto de la población.

Los prejuicios y estereotipos sociales que se trasladan de las calles a las empresas son los motivos que llevan a reticencias a la hora de incorporar profesionales sénior. Se tiende a asumir que sus competencias estarán obsoletas, que serán menos flexibles o que tendrán una menor capacidad de aprendizaje. «Son creencias anacrónicas que eclipsan los valores habitualmente presentes en las personas sénior, como la experiencia, la madurez, el pensamiento crítico o la templanza», añade Mesonero. «Además, se suma la cronificación del desempleo, pues muchos afrontan la búsqueda de trabajo tras perder el empleo en su empresa de toda la vida o acumular largos periodos de inactividad, por lo que no están familiarizados con los nuevos canales de búsqueda de empleo o les resulta complicado construir su discurso profesional y poner en valor sus competencias».

Los prejuicios sobre la fuerza laboral de los sénior eclipsan los valores habitualmente presentes en ellos, como la madurez y la templanza

Mesonero

A la luz de esta realidad, la Fundación Adecco busca reivindicar el talento sénior como indiscutible motor para la competitividad de las empresas y del país en su conjunto. Y es que el empleo de los profesionales mayores no solo es un asunto de justicia social, sino un elemento clave para la sostenibilidad del Estado del bienestar, particularmente en lo que respecta al sistema de pensiones.

El talento sénior es un indiscutible motor para la competitividad de las empresas y del país en su conjunto

La discriminación laboral por edad es una absoluta sinrazón. Sobre todo en pleno invierno demográfico en el que la edad de jubilación tiende al alza y en el que los profesionales sénior van a convertirse en la fuerza laboral dominante.

concluye Mesonero.

Sin embargo, no se trata únicamente de un tema económico, sino de un factor crítico para promover un envejecimiento saludable y activo: el desempleo, cuando se prolonga en el tiempo, es uno de los grandes disparadores de problemas de salud mental cada vez más frecuentes entre los desempleados mayores de 55 años.

es fundamental posicionar el talento sénior como prioridad nacional, tanto en las dinámicas públicas como en las estrategias empresariales, de modo que las personas mayores de 55 años puedan competir en el mercado laboral en igualdad de condiciones y encontrar una ocupación de forma sostenible en el tiempo.

Asegura el director de la Fundación.

A este respecto, añade:

Tanto las políticas activas de empleo –con foco en la formación y recualificación de las personas sénior para reubicarles, si es preciso, en otros sectores que actualmente están generando empleo– como la apuesta por el #TalentoSinEtiquetas y las políticas de reskilling y upskilling en las empresas son herramientas clave para poner en valor el talento sénior y avanzar hacia empresas y sociedades más competitiva.

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Relatos de experiencias en primera persona

Relatos de experiencias para adultos mayores

Desde El Puente lanzamos un concurso de escritura para Adtos mayores; en aras de revalorizar el colectivo y publicaremos los escritos el 1 de octubre, día internacional del Adulto mayor.

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Queremos llegar a más personas, nuestro objetivo es llevar la posibilidad de relatar experiencias en primera persona, a la mayor cantidad de rincones.

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Ides Kihlen, a los 105 años

“El arte es la vida misma, lo hice 80 años sin que nadie viese mi obra”

Pronta a cumplir 105 años el 10 de julio, Ides Kihlen, probablemente la artista en actividad más longeva de la Argentina, será el foco este año de una batería de homenajes que incluyen muestras de obra inédita atesorada por décadas en galerías y museos de Argentina, Estados Unidos y España, intervenciones y proyecciones de gran formato en la vía pública, un doctorado Honoris Causa y un registro audiovisual, a medio camino entre lo poético y archivístico, que logra dar cuenta de su extensa y singular trayectoria.

“El arte es para mí la vida misma, lo hice durante 80 años sin que nadie viese mi obra”

dice Ides en su casa taller del barrio porteño de Recoleta

adonde, aunque con contadas e íntimas visitas producto de la pandemia, la acción no cesa y la rutina es insoslayable. Se levanta temprano en la mañana, se calza su vincha ancha que le acomoda el carré hacia atrás, sus lentes, su delantal de trabajo todo manchado de pintura y se pone a hacer eso que tanto le gusta: corta papeles, da pinceladas. Almuerza casi nada, descansa, le dedica un rato al piano.

Todo eso está en los videos que el artista Dardo Fabián Flores viene trabajando hace ya años. Un trabajo meticuloso, reflexivo, para dar contexto a la obra de Kihlen, quien ingresó en forma tardía y aleatoria a la arena artística, hace 20 años, a sus 85, cuando un galerista que fue a su casa a tasar unos cuadros de Fernando Fader terminó comprando cuadros hechos por ella. Cuadros que emprendieron el derrotero que hoy continúa: los vendió con éxito en ArteBA, siguieron exposiciones por galerías tradicionales como Rubbers y una primera gran retrospectiva en el Museo de Arte Decorativo.

“Preparé mi obra en un siglo”. Se formó en la Escuela Nacional de Artes cuando Pío Collivadino era director.

Este año llega con una seguidilla de reconocimientos. Abrió con una muestra en la Eleven11 Gallery de Palm Beach que se hizo en conjunto con la galería Vía Margutta de Córdoba y con buenas ventas en la Feria Mapa de Buenos Aires. Sigue con una exposición en la Galería Aina Nowack de Madrid y otra que inaugurará el día de su cumpleaños en la isla de Menorca.

Se suman la muestra que en Buenos Aires hará el Museo de la Escuela De la Cárcova, donde ella estudió, del 14 de mayo al 26 de junio, un doctorado Honoris Causa en la Universidad Nacional de las Artes que coincidirá con esa exposición, y el homenaje que entre junio y julio hará el Museo Nacional de Bellas Artes.

La Cárcova exhibirá “Retratos de un pasado reciente”, obra de formación, de 1957 a 2022, curada por su director, Rubén Betbeder, que coincide con su paso por la escuela. “Algunas son figurativas aunque una de las curiosidades de Ides es que a lo largo de toda su carrera tuvo un desdoblamiento, en paralelo pintaba abstracto”, dice a Télam Flores.

“Allí transcurrió una época de gran aprendizaje de la mano de maestros que aún hoy atesoro en mi memoria, como De Ferrari, Kenneth Kemble y Oski (Oscar Conti). Jamás hubiese soñado con recibir un premio tan importante, que coincide con la celebración de los 150 años de la escuela. Fue una grata sorpresa porque además de aprender y trabajar había espacio para la diversión -cuenta-. Nos reuníamos muchas veces a pasar el día, hacíamos experimentos de cómo fabricar nuestra propia pintura, siempre teníamos alguna nueva idea en mente. Éramos amigos además de compañeros de estudio. Esa escuela fue para mí como mi propia casa”.

Ides recuerda a ese espacio con particular cariño

La segunda mitad del año la espera con una retrospectiva de 40 obras en la galería Hutchinson Modern & Contemporary de Nueva York y otra en la Westbrook Modern Gallery de California. “La idea es realizar un pequeño recorrido que incluye dibujos de los años 70 a piezas actuales. Los colores, formas y el movimiento de sus obras tienen una vitalidad y energía propias de un alma joven”, explica Flores.

Ides Kihlen comenzó a exponer a los 85 años

Nacida en 10 de julio de 1917 en Santa Fe, Ides pasó su infancia entre Corrientes y Chaco. En Buenos Aires estudió en la Escuela de Artes Decorativas que dirigía Pío Collivadino, fue discípula de Vicente Puig e hizo talleres con Emilio Pettoruti, André Lhote en París y Batlle Planas, quien le dejó una fuerte impronta. Se interesó más por los procesos del arte que por los resultados, más por el oficio que por la profesionalización de ese arte, y eso complejizó el trabajo de recuperación actual: no hay fechas ni títulos en sus lienzos, muchos fueron destruidos, otros reutilizados para hacer nueva obra.

Este gran ciclo de homenaje, que tendrá como cierre una muestra en el Palacio Duhau, del 15 de diciembre a febrero de 2023, puede llevarse a cabo gracias a la colaboración de Ingrid González Monteagudo y Silvia Kihlen, hijas de la artista, quienes tienen acceso a todo su cuerpo de obra.

Entrevista con Ides Kihlen

A los 105 años sigue creando.

-Télam: ¿Qué te generan estas distinciones?

-Ides Kihlen: El reconocimiento me llena de alegría y orgullo pero no hubiese modificado mi recorrido artístico. El arte es para mí la vida misma, lo hice durante 80 años sin que nadie viese mi obra, no necesite de la mirada ajena para poder crear, eso es algo que viene de mi interior. Cuando a los 80 mi obra salió al mundo, no niego que me alegró que haya sido valorada, pero no es el motor de mi creación artística.

-T: ¿Recordás tus primeras conexiones con la pintura y con la música?

-I.K: Una y otra son expresiones de mi mundo interno. Mi madre era pianista, mi padre ingeniero industrial y un gran dibujante y mi hermana tocaba el violín. En mi hogar siempre hubo libros de arte europeo, música y seguramente eso fue una influencia. Cuando pinto y toco el piano soy feliz, es algo que amo y necesito hacer.

-T: ¿Qué significó pintar a lo largo de tu vida?

-I.K: La pintura es un ejercicio de expresión intelectual y espiritual. Sin embargo el estudio, la formación académica y el trabajo son imprescindibles para adquirir la técnica necesaria. Esto hace la diferencia.

-T: Recién a los 85 mostraste por primera vez tu obra ¿Qué significó para vos que una institución reconociera tu arte a la hora de volver al solitario del taller?

-I.K: En realidad nunca salí del solitario de mi taller. Solo de a ratos para estar presente en los eventos que se iban suscitando, pero mi trabajo diario nunca cambió y mi taller sigue siendo mi lugar especial en el mundo.

-T: ¿Qué te significa, hoy, esa mirada de los otros que llegó a partir de exponer?

-I.K: Me alegra que mi obra haya tenido éxito y el reconocimiento que implica, pero no cambió mi rutina. Solo algunas veces tuve que preparar algún trabajo especial para alguna muestra, pero en general hago lo que siempre hice.

-T: ¿Esta pandemia se refleja de alguna manera en tu producción?

-I.K: El blanco y negro siempre fue parte de mi obra, acompañado por una paleta colorida de fondos y formas. La diferencia es que en Pandemia me volqué mucho hacia los monocromáticos. Como si el mundo se hubiese vuelto todo un poco mas gris.

-T: ¿Los primeros días de aislamiento trastocaron en algo en tu mundo?

-I.K: Hace un par de años tenía 103, por eso no modificó mucho mi estilo de vida, que es mi casa y mi taller, pero tuvo un impacto indirecto porque afectó la vida de mi familia y mis seres queridos . Todos tuvimos temores, si algo nos hizo saber esta pandemia es que no somos infalibles ni lo sabemos todo.

-T: Si tuvieras que repasar tu vida de una manera tramposa, abreviándola a unos pocos hechos esenciales ¿Cuáles destacarías?

-I.K: El descubrimiento del arte, la llegada al mundo de mis hijas y mi nieta y poder llegar a los 105 años haciendo lo que más me gusta en la la vida.

-T: ¿Qué temas urgentes te conmueven hoy del mundo?

-I.K: Es un poco triste haber vivido tantos años y ver que continúan las guerras, aunque trato de pensar que también hay gente buena, gente sensible que es solidaria y espero que los jóvenes empiecen a cuidar este planeta. No hay otro adonde ir.

-T: ¿Qué significa a tu edad la vejez?

-I.K: No pienso en la vejez. La edad no me impide continuar haciendo aquello que es mi pasión. Tengo proyectos, siempre pienso a futuro, nunca digo no puedo, solo lo hago.

-T: ¿Existe algo en la vida de una persona que pueda mantenerse coherente, o con alteraciones menores, durante más de 10 décadas y media?

-I.K: Si, en mi caso existe. Siempre mi eje se mantuvo intacto con el paso del tiempo.

Businessman checking the time on his wrist watch

¿Cómo “vivir el presente” en la madurez?

Dos ejercicios y una “receta diaria”.

Como dice Eckhart Tolle en su libro “El poder del ahora”, vivir en el presente es importante en todas las etapas de la vida y vale la pena porque el “ahora” es lo único que tenemos y es real.

Sin embargo, cuando estás transitando la Tercera Edad, o sea desde que cumpliste sesenta años y antes de que te consideres y actúes como viejo/a (Cuarta Edad), vivir el presente tiene mucha mayor significación y es aún más difícil.

La mayor significación resulta que el tiempo pasa más rápido y, por ende, no podemos dejar de aprovechar cada día.

Tengamos presente que la infancia es una época de días largos donde se acumulan las impresiones nuevas, las experiencias que son novedades. Cuando somos niños son todas las primeras veces, las primeras cosas. Todo lo que ocurre nos sorprende.

Cuando somos niños, a los diez años, un año nos parece muy largo porque es la décima parte de nuestra vida (o menos aún desde la conciencia).

En cambio, si tenemos 60 años, un año es la sexagésima parte de nuestra vida, y nos pasa muy rápido. Los días se aceleran.

Además, en la madurez, pocas cosas nos sorprenden y a veces vivimos como en un permanente “deja vú” porque los días se han ido repitiendo bajo distintas capas pero con los mismos contenidos.

Y vivir el presente es más difícil en la Tercera Edad porque nuestra mente se empeña en enfocarse en nuestro pasado, que a veces nos mortifica con aflicciones y arrepentimientos, o en nuestro futuro, que nos crea miedo y ansiedad por cosas que, a lo mejor, nunca sucederán.

La clave para vivir el presente es estar muy atentos a nuestro cuerpo, a nuestras emociones, a nuestros sentimientos, a nuestros pensamientos y dedicarnos a contemplar todo lo que nos rodea y lo que aparece en nuestro camino.

Es fundamental atender al “proceso”, que es el presente donde estamos la mayoría del tiempo, más que al “resultado”, que está en el futuro y cuando llega, dura un instante antes de buscar otro objetivo.

Un primer ejercicio consiste en hacer de cuenta que estamos de viaje, en un lugar nuevo que no conocíamos, donde los días se hacen muy largos y está comprobado que una semana afuera equivale a un mes en nuestra casa. Es que en los viajes tenemos los “poros abiertos” y nuestros sentidos están atentos a todas las percepciones.

En cambio, en la rutina, vivimos como sonámbulos, en “piloto automático”, viendo pasar los días sin disfrutarlos.

Un segundo ejercicio es el de vivir cada momento como si fueras alguien que ya ha muerto a quien se le permite regresar al mundo de los vivos para volver a vivir su vida por un día. ¡Seguro que lo aprovecharías al máximo de la mañana a la noche!

Además de eso, la “receta diaria” que te propongo, que no es propia sino tomada de estudiosos y especialistas, busca ayudarte a construir una “rutina del presente” y es la siguiente:

1.-Despierta unos minutos antes de la hora de levantarte para tomar conciencia de la dicha de estar vivo. Agradece el día.

2.-Haz todo despacio, sin prisa, sin pensar en lo que sigue y disfrutando lo que tenés entre manos.

3.-Observa atentamente, al andar por la calle, a cada cosa y a cada persona que aparecen a tu lado como si fuera la primera vez.

4.-Trata como ‘personas’, y no como cosas del paisaje, a quienes te rodean, a los que ves en la calle, a los que te atienden diariamente

5.-Descubre y contempla la belleza del mundo que te rodea. Encuéntrala en tu casa, en tu barrio, en tus tareas, en tu ciudad.(sacar fotos es buen ejercicio).

6.-Ayuda a quien veas en la calle que lo necesita. Haz un acto solidario, una acción para un ‘mundo mejor’.

7.-Conoce gente nueva. Conversa con desconocidos.(utiliza técnicas de acercamiento)

8.-Busca cosas, temas y lugares nuevos. Cambia tus rutinas.

9.-Dedica un tiempo para llamar por teléfono o para encontrarte y charlar con un amigo. En lo posible, con alguien que hace mucho que no ves.(hacete un listado)

10.-Escucha atentamente e investiga ideas nuevas o distintas a las tuyas. Busca superar prejuicios.

11.-Haz las tareas que te toquen de la mejor forma posible de modo de que sean útiles y puedas sentirte orgulloso/a.

12.-Permítete un momento para “fluir”, jugar, cantar, bailar, relajarte y/o gozar.

13.-Di “te amo”. Abraza y besa a tus seres queridos.

14.-Sonríe todas las veces que sea posible.

15.-Agradece, pide permiso y discúlpate según corresponda.

16.-Busca un momento de interioridad, de reflexión, de oración y/o de meditación para estar con vos mismo/a.

No pretendo que desde mañana practiques los ejercicios y cumplas todos los pasos de la “receta diaria”, pero sí espero que reflexiones sobre el tema y que, de a poco, vayas restando lugar en tu mente al pasado y al futuro, y dando mayor lugar al presente en tu vida.

En definitiva, que puedas cumplir la máxima del poeta Horacio “Aprovecha el día. No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños…”.

“CARPE DIEM”.

PD. Podés encontrar otras notas sobre mayores de 60, además de cuentos, crónicas y frases en este mismo: blogeduardofavierdubois@gmail.com